El Gobierno de Bertone ha bastardeado por completo la carrera docente, llevando el cargo de Supervisión Escolar a tener una función meramente administrativa y acrítica, completamente dependiente de las definiciones políticas.
Así la Supervisión se ha transformado en una simple herramienta que lleva adelante, sin ninguna discusión posible, disposiciones, resoluciones y decretos que son inconstitucionales e ilegales pero que además, son ilegítimos, debido a que, no sólo la docencia, sino la población fueguina le dijo al Gobierno de Bertone, que no quieren que sean más los responsables de la Educación Fueguina.