Un juez que cada vez disimula menos su parcialidad. Testigos que declaran lesiones que no están certificadas. Declaraciones y testimonios que se contradicen con los videos ofrecidos como prueba. Certificados médicos que se contradicen. Mayor presencia de policías de civil en el público. Se sigue demostrando la maniobra política para criminalizar la protesta social. Dejando en evidencia la connivencia del poder ejecutivo con el judicial y las fuerzas represivas al servicio de ambos.
Ushuaia-Tierra del Fuego- 11-11-15.-. Sexta jornada del juicio oral y público que se lleva adelante en contra de los trabajadores. Una vez más el comportamiento del presidente del tribunal dejó reflejado su posicionamiento parcial frente al caso. Interrumpió constantemente a los abogados defensores, e incluso interpretó las declaraciones confusas de los testigos contra los docentes y camioneros.
Atestiguaron cinco agentes policiales propuestos por la fiscalía. Uno de ellos es quien estuvo a cargo del escuadrón anti motines el día 23 de mayo.
En un primer momento declararon tres agentes que realizaron el cordón policial frente a las barreras de ingreso a la playa de estacionamiento. Hubo un hilo conductor en las tres declaraciones. Mencionaron que debían evitar el ingreso y que al ser superados en número por los manifestantes y por las supuestas agresiones no pudieron cumplir la orden. Expresaron que no tenían en ese momento armamento alguno y que su tarea debía ser cumplida por la sola presencia en el lugar. Los abogados defensores intentaron a través del interrogatorio clarificar en qué consiste el protocolo frente en estos casos. Pese a formular y re formular sus preguntas ninguno de ellos pudo hacerlo. Finalmente debieron contradecir a la gobernadora quien ayer declaró que el operativo había sido un éxito.
Por otro lado, todos atestiguaron haber sido lesionados por los manifestantes. En este punto vamos a mencionar algunas contradicciones en las que incurrieron. Una agente manifestó que estuvo inhabilitada para trabajar durante un mes debido a un desgarro en el brazo. El certificado que figura en la causa dice que sufrió una contusión que debía colocarse hielo y permanecer en reposo durante 24 horas. Uno de ellos se contradijo significativamente con el video de prueba. Mencionó que lo habían tirado al piso y que había sido golpeado brutalmente. Cuando se ve el video nada de lo enunciado aparecía allí. Al contrario se ve que se cae y que un docente lo ayuda a levantarse.
Se pasó a un cuarto intermedio para luego escuchar el testimonio de dos policías más. La oficial también había sido convocada para evitar que ingresen los manifestantes. Mencionó que una vez roto el cordón policial se dirigió a la planta baja de la casa de gobierno. Declaró haberlo observado al actual Secretario General, Horacio Catena, muy ofuscado y hablando por teléfono. En los videos proyectados sobre ese momento en particular no se visualiza nada de lo que dice.
Los abogados defensores al observar las continuas mentiras de los testigos procuraban dejarlos en evidencia. El Dr. Zavalía, interrumpía sistemáticamente el interrogatorio, infiriendo y hasta interpretando lo que los testigos “habrían querido decir”. Una conducta más propia de un fiscal que de un juez que debe ser imparcial.
La declaración del jefe de servicios especiales Braznovich Mariano mostró la peor cara de la policía. Reconoció haber apuntado a pocos metros de los manifestantes con un arma. Explicó que era una técnica “para disuadir psicológicamente a los trabajadores”. Recordaba perfectamente los dichos del compañero Horacio Catena que se encontraba a varios metros de distancia y significativamente no pudo recordar que un docente dialogó con él en buenos términos pidiéndole que bajen las armas. El colmo fue cuando se le leyó el certificado médico en el que constaba que la lesión sufrida había sido en la mano izquierda siendo que él había declarado que Catena lo había agredido en la mano derecha. Cuando se le preguntó acerca de esa contradicción dijo que él había sufrido muchos golpes y lesiones no pudiendo precisar a qué se debía su herida en la mano izquierda. También hizo mención a que se habían tirado piedras y elementos contundentes, al mostrar la prueba ofrecida tuvo que reconocer que no era verdad ya que tampoco eso se evidenciaba en los videos. En las declaraciones todos concordaron en que los manifestantes no estaban armados. Es indignante que se tilde de violentos y de “turba exaltada” a trabajadores que, en una situación extrema reclaman derechos, cuando es la policía quien apunta a la cabeza de compañeras docentes.
El docente José Martínez, pidió ampliar su declaración para desmentir los dichos de dos de los policías que habían expuesto con anterioridad. En relación a lo relatado por el agente Alfonso, el compañero Martínez manifestó que como se ve en el video, fue Alfonso quien golpeó con sus puños a la gente que quería ingresar al playón y que además él mismo lo había ayudado a levantarse cuando se cayó y que hasta le dijo “no es con vos, queremos que nos reciba la gobernadora”. Volvió a enfatizar sobre la edición sentenciosa de los videos como lo hizo en su primera declaración. En relación a Braznovich, relató la conversación que había tenido con él en la que le pedía que bajara las armas y que el policía había respondido pidiendo que retirara a los manifestantes del lugar. Aunque la gente empezó a dispersarse, el policía arrojó el gas lacrimógeno.
De esta manera terminó la jornada, pasando a cuarto intermedio hasta el lunes 16 a las 10 hs en que dará su testimonio el ex ministro Aramburu.
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