El Sindicato Unificado de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Fueguina (SUTEF) expresa su solidaridad y más enérgico repudio frente a la situación de violencia sufrida por la docencia de la Escuela Especial Nro. 1 Kayú Chénèn de Ushuaia en el día viernes 31 de octubre.
Reafirmamos que ningún hecho de violencia puede ser naturalizado en el ámbito escolar. La escuela debe ser un lugar de respeto, cuidado y construcción colectiva.
Recordamos que el Estado es responsable de garantizar la seguridad de la docencia y de las y los estudiantes. Esto implica condiciones edilicias adecuadas y seguras; protocolos de prevención y abordaje de situaciones de conflicto y violencia: respaldo institucional pleno para las trabajadoras y trabajadores de la educación frente a hechos que vulneren su integridad física o emocional.
Es su deber indelegable intervenir con firmeza ante cada hecho de violencia y desarrollar políticas efectivas de prevención, acompañamiento y protección.
Compartimos el comunicado de la Escuela Especial Nro. 1 Kayú Chénèn ⬇️
¡BASTA DE VIOLENCIA HACIA LOS Y LAS DOCENTES! 🗣🗣
Hoy, una vez más, vivimos una situación que no debe ser naturalizada en ninguna escuela del país.
Entendemos el enojo, el cansancio, la preocupación y las luchas de las familias. Sabemos que la falta de clases afecta a todos. Pero es necesario aclararlo con firmeza:
Cuando la escuela suspende actividades por condiciones edilicias, no es una decisión de los docentes ni del equipo directivo.
Las medidas se toman por resguardo, y las determina Supervisión y otros organismos, no la escuela.
Lo sucedido hoy —gritos, maltratos y acusaciones hacia el personal docente— no puede seguir repitiéndose. Los y las docentes también están exhaustos de ser responsabilizados por situaciones que no les corresponden.
Se han llegado a escuchar expresiones como: “después se quejan los docentes cuando los padres les pegan”.
Ese tipo de frases no solo son inadmisibles: son un mensaje violento que normaliza la agresión y deshumaniza la tarea docente.
La violencia nunca es justificable. La violencia solo genera más violencia.
Porque además de enseñar, acompañamos, contenemos, adaptamos, pensamos estrategias, sostenemos emociones y defendemos el derecho a aprender de cada estudiante.
La tarea docente en la modalidad especial requiere preparación, formación constante, sensibilidad, escucha y humanidad.
Y aun así, se nos exige como si todo estuviera bajo nuestro control.
La violencia hacia los docentes está creciendo en todo el país. No es válido gritar, maltratar, intimidar o creer tener derecho sobre el quehacer de un profesional que estudió y se preparó para esta tarea. No hay reclamo válido que legitime el maltrato.
📍 Nosotros también queremos clases.
Nos duele cada suspensión. Nos duele cada día sin alumnos.
Nos duele que se señale a quienes sostienen la escuela como si fueran los culpables.
💬 Reclamemos, pidamos soluciones, exijamos mejoras… pero sin violencia.
Debemos recordar que: La escuela es como un puente que construimos entre muchos. Cada palabra que desvaloriza o lastima a quienes lo sostienen, afloja una parte esencial de su estructura.
