La titularización dentro de la docencia, es sinónimo de estabilidad laboral. Pero también lo es de alegría, de emoción y más aún cuando se trata de un caso como el del profesor Marcelo Villada.
Es Profesor de EGB 1 y 2 con orientación en educación rural, era titular en la Escuela N.° 16 de la ciudad de Ushuaia hasta que sufrió la persecución, criminalización y exoneración junto a 16 compañeros y una compañera docente por parte de Fabiana Ríos en su último día de mandato, mediante Decreto Provincial N.° 3004/15, ratificado por Rosana Bertone.
Nacido en Córdoba se radicó en Ciudad Olta, provincia de La Rioja en 1994, donde se recibió de Profesor tres años más tarde. Allí fue donde pisó por primera vez un aula como docente, donde dió sus primeros pasos como educador.
Podemos decir que la decisión de ser docente, surgió de las circunstancias de la vida misma que lo impulsaron a tomar decisiones en un momento determinado. La búsqueda de una carrera que le permitiera un trabajo estable lo llevó inesperadamente a explorar otras realidades dentro de la docencia. Por ese mismo motivo, buscando estabilidad laboral y mejorar su vida, aquel maestro pensó trasladarse al sur. Fue un llamado telefónico, desde un viejo teléfono público, a la Junta de Ushuaia lo que lo convenció de viajar más de tres mil kilómetros, sin saber que Tierra del Fuego terminaría siendo el lugar donde continuaría su carrera como Profesor, donde echaría raíces y forjaría su vida.
Una vez instalado en Ushuaia, en el 2001, comenzó a trabajar cubriendo suplencias en el Colegio Don Bosco. Un año más tarde logró tomar su primer cargo en la escuela pública fueguina, y ya con su guardapolvo blanco el profe Marce cruzó con mucho entusiasmo la puerta del aula de primer grado de la Escuela N.° 9.
Nuestra provincia atravesaba una grave crisis social y económica, no escapaba a la realidad del país. No abundaba el trabajo y era muy difícil conseguir un cargo, por lo que sus primeros tiempos en la docencia significaron suplencias cortas en diversas escuelas de Ushuaia. Cientos de niños y niñas tienen hoy el recuerdo de sus clases, cuadernos de todos colores llevaron alegremente correcciones con caritas felices finalizado el día escolar. Las salas de docentes de la Escuela 3 y la Escuela 34 escucharon sus relatos, los largos pasillos de la escuela 22 lo vieron caminar durante muchas mañanas.
Después de una suplencia de un año, en la escuela 16, en el acto público del 2010 logró titularizar en esa misma escuela. Con gran emoción recuerda ese día y nostálgicamente comenta que “conocía a los docentes, a la mayor parte de los alumnos, me sentí bien. Eran grupos muy unidos el turno mañana y el turno tarde. Me sentí cómodo y tranquilo. Encontré lo que había venido a buscar”.
Su recorrido en la educación pública, llevó siempre implícito la defensa de los derechos, tanto en el aula como en la calle. Y no fue la excepción en mayo del 2013, porque si hay algo que sabemos las y los docentes, es que luchando también estamos enseñando.
La exoneración fue un golpe durísimo para él, que en ese momento trabajaba doble función en las Escuelas 15 y 16. Fue en el patio de la escuela 15, donde recibió la notificación de su exoneración, el 18 de octubre del 2018. Con la voz resquebrajada el profe Marce recuerda aquel momento donde no creía lo que estaba viviendo, donde no caía en que deliberada e injustamente perdía su lugar en las Escuelas que tanto disfrutaba, que injustamente le sacaban su sustento y arrebataban sueños. “¿Qué hago ahora?” se preguntó en ese momento, “después de 20 años de docencia, de la mañana a la tarde me habían quitado todo”.
Pero Marce no estuvo, ni está solo. El dolor se transformó en lucha, hoy nuestro compañero Marcelo Villada pudo volver a titularizar un cargo de docente de año en la Escuela Pública después de tantos años de lucha, resistencia y construcción. Luchar por nuestros derechos sirve, es un camino colectivo vigente, aun cuando intentaron criminalizarnos, disciplinarnos y doblegarnos.
Seguimos de pie defendiendo la Escuela Pública, popular, demócratica, inclusiva, laica y diversa porque la docencia lucha, resiste, sueña y construye. Abrazamos a Marce, a cada compañero y compañera que fueron injustamente perseguidos y perseguidas.
Hasta que la dignidad se haga costumbre, hasta que nos devuelvan nuestros derechos ¡seguiremos luchando!