El fragmento de la nota “De la contención de les compañeres, a la construcción de una nueva resistencia” es un adelanto de la próxima edición de la revista EL PUENTE.
Por la compañera Verónica Alfonso
En los primeros tiempos posteriores al 23 de mayo, fuimos acogidos por la gran mayoría de trabajadores, y muchos a diferencia de sus conducciones, luego a medida que paso el tiempo, fue decayendo como todo en la vida, y les exonerades nos lamimos las heridas como pudimos.
No fue fácil, las persecuciones al sector trabajador estatal fueron feroces, principalmente la saña con que arremetió Rosana Bertone sobre les docentes, con la idea de aleccionar al resto supongo, pero se aguantó como se pudo, y se resistió cada embate.
En ese tiempo todo era motivo de sumario y allí el motorcito gremial no falló, el cuerpo de Delegades funcionó 100 x 100 nos abrazó fraternalmente y en su seno nos refugiamos.
Sin diálogo, con sueldos congelados, Bertone fue la continuidad del gobierno de Fabiana Ríos, continuó con las exoneraciones, haciendo efectivas cinco de las mismas, profundizó el ajuste y las persecuciones alineándose a las políticas neoliberales de Macri.
Todo aquello se transformó en lecciones muy duras para nuestro sector, pero había que militar, y eso hicimos como pudimos, porque no se había perdido la esperanza, ni la capacidad creadora y organizativa, así fuimos reinventándonos.
Los años de lucha silenciosa por zafar de lo que no era, el daño irreparable a las familias existió y está más presente aún hoy en los compañeros que les falta recuperar sus trabajos.
«Nada fue fácil, pero aprendimos, cambiamos las estrategias y seguimos luchando. Hicimos tarea fina, tuvimos Memoria y en las elecciones siguientes, dijimos Bertone “Nunca Más”»
Verónica Alfonso
El abrazo y el llanto de impotencia descarnado en la soledad del hogar, con los más cercanos, familia, amigues, compañeres de militancia que no se corrieron un ápice, que no aflojaron, existió. No niego, fue durísimo. Sin embargo, aprendimos de los procesos de resiliencia y una a una superamos las pruebas, nos fortalecimos, le buscamos la vuelta y si, ¡la pasamos MAL! Pero jamás dejamos de luchar, aunque a veces éramos un manojo en las calles, nos cerramos como puño, seguros de lo que se hacía, hasta que llegó nuestro momento de golpear, y como a Ríos, volteamos a Bertone.
Se pensaron que con el juicio inmoral que nos hicieron, más las exoneraciones iban a acallar al SUTEF, a la vista y con el diario del lunes de muestra les digo, se equivocaron, subestimaron al colectivo docente, porque eso es SUTEF.
Lo que lograron fue fortalecernos, fuimos capaces de organizarnos y sumar a otros sectores, para después defender lo nuestro y lo de los demás. Porque si de algo sabemos es de solidaridad con les trabajadores.
Así nació el acampe, donde resistimos hasta el desalojo y quema de las carpas por parte de la policía provincial. Nada fue fácil, pero aprendimos, cambiamos las estrategias y seguimos luchando. Hicimos tarea fina, tuvimos Memoria y en las elecciones siguientes, dijimos Bertone “Nunca Más”.