No va a ver agenda que reclame los derechos de las mujeres y las diversidades si no las impulsamos nosotras. Empezar con la Ley Micaela nos parece vital. Es el comienzo de la oportunidad para formarnos, debatir y posicionarnos con perspectiva de género en estos momentos donde las trabajadoras estamos viviendo situaciones muy complejas, las tareas de cuidado, la labor docente, la prevención en la pandemia, la difícil economía doméstica, todas tareas altamente feminizadas sumadas al encierro.
El espacio sindical necesita ser urgentemente deconstruido y más teniendo en cuenta que nuestro sector de trabajo está compuesto por 80 % mujeres. La no violencia contra las mujeres es propia de la agenda feminista y para poder transformar la realidad para nosotras, nosotros y les estudiantes es necesario empezar algún día.
El proyecto tiene por objeto la capacitación y sensibilización en perspectiva de género, poniendo especialmente en la promoción de instituciones libres de violencia sexistas y discriminación por razones de género. Esta propuesta se orienta a favorecer la construcción de espacios de trabajo y formación con perspectiva de género, pero también a potenciar el rol de las organizaciones gremiales como garante de derechos. Esta premisa implica considerar el papel que desempeñan las instituciones gremiales y de educación en la formación de profesionales y la producción de conocimientos socialmente relevantes, donde se siguen depositando gran parte de las expectativas sociales por la capacidad de generación de ideas y acciones transformadoras.