Nuestra querida Moira Millan. Nos acompañó en el acampe de Ushuaia, aquel día en que presentábamos las más de 22.000 firmas de iniciativa popular en el Juzgado Electoral y en la Legislatura y nos dio talleres y charlas en el acampe. En el 11 de octubre, sus palabras nos llenan de dignidad y de emoción. Las compartimos.
«Amanece en san Marcos Sierras. Me he desvelado una vez más. Ésta vez curiosamente el silencio reinante me despertó. Últimamente los silencios suenan punzantes en mis oídos. Silencios cómplices represivos que encierran los gritos ahogados de dolor por tanta injusticia. Genocidios silenciados que gimen apenas audibles para oídos extremadamente sensibles y pasan inadvertidos por una humanidad ruidosa e indiferente.
Me desvelé vigilando en mi mente la expresión dolorida de la machi Francisca Linconao, enferma y débil que a estas horas estará despertando, un día más encarcelada por luchar en la defensa de un wingkul, cerro yerbatero y bondadoso, que la recibía generoso para entregar su medicina. Castiga el sistema el amor y la reciprocidad entre la mujer medicina mapuche y el cerro sagrado. Castiga el sistema a los defensores de la vida y premia a los que reproducen la muerte. Como el presidente Santos de Colombia, premio nobel de la paz, luego de haber ordenado masacres durante la guerra civil en Colombia. Una IndoAmerica que sigue sangrando la tragedia de ser ella toda esplendorosa, fértil y abundante, rica y diversa. Durante mis cavilaciones noctámbulas, convocando al escurridizo sueño. Me imaginé que allá en el tiempo añejo, un 11 de octubre de 1492 una mujer indígena no conciliaba el sueño, que al igual que yo se desvelaba percibiendo una tragedia que se le acercaba. Yo espero que mi desvelo sea el del vigía que guarda la noche preparándose para combatirle a la obscuridad la luz de un nuevo amanecer. Tal vez los que hemos despertado ya nunca más volveremos a dormir, porque junt@s vamos a conspirar en unidad y organizad@s, para decir Basta! Liberando a nuestra Indoamerica de los saqueadores, opresores, esclavistas, y asesinos. Más temprano que tarde será el día de la libertad. Pero mientras tanto hoy en cada rincón del continente hagamos nuestro contrafestejo y les pido que en sus palabras no dejen de nombrar a nuestros presos y presas politicas. Francisca Linconao Libre!
Canta el gallo avisándome que la noche se termina, me voy a levantar con newen para todas las actividades que organizamos aquí como contrafestejo. Seguramente muchas noches más me encontrarán desvelada, pero no me inquieta porque sé que un nuevo amanecer rebelde se lo conspira de noche y se lo construye de día»
Moira Millán