El pasado 11 de agosto falleció la maestra Karina Moyano, docente de Nivel Inicial de 38 años de la provincia de Córdoba, luego de cursar una neumonía -de la que se estaba recuperando- y padecer un cuadro agudo de depresión.
Con el transcurrir de los días, tomó mayor trascendencia el maltrato psicológico y laboral que sufría por parte de la Directora del Jardín Hugo Leonelli de Granja Funes II en donde trabajaba.
Según transmitió su familia, a partir de que Karina tomó el cargo en el Jardín, empezó con problemas vinculados al maltrato laboral que sufría en la institución educativa, por los cuales una profesional de salud mental le diagnosticó depresión, derivándola a un tratamiento psiquiátrico.
Recientemente, había cursado una neumonía por la cual había permanecido internada, recibiendo el alta en la clínica para que siga con un tratamiento ambulatorio. Haciendo uso de su licencia médica para recuperarse, no contó ni con la empatía ni con el acompañamiento de sus superiores, por el contrario, recibió cuestionamientos, presiones, reclamos y exigencias de todo tipo, configurándose una práctica de acoso laboral por parte de la Directora del establecimiento.
Sobrecargas laborales, tener que cumplimentar demandas en varias instituciones, controles de asistencia, comunicación con las familias, informes pedagógicos, administrativos, más control hacia estudiantes y familias, comunicaciones informales vía Whatsapp en horarios no laborales, obstáculos para sacar licencias y, malas condiciones de infraestructura y recursos pedagógicos son sin dudas ingredientes que contribuyen a entornos laborales cada vez menos saludables.
Nuestros jardines de infantes, escuelas, colegios y demás instituciones deben ser lugares donde encontremos ambientes sanos y fraternos, donde construyamos vínculos fundados en la solidaridad y la empatía con verdadera vocación democrática.
➡️ Desnaturalicemos el maltrato
➡️ Rechacemos el acoso laboral
➡️ Exijamos respeto por nuestros derechos laborales