“Si tocan a uno, nos tocan a todos” fue la frase que la docencia fueguina hizo suya cuando el Gobierno de Fabiana Ríos comenzó con la criminalización de la protesta, llevando a juicio penal y abriendo sumarios administrativos bajo la normativa de un decreto de la dictadura militar a 16 compañeros y un compañera por participar de la protesta social en casa de Gobierno el 23 de mayo de 2013.
El maestro José, luego de cumplir con lo que impuso un juicio bochornoso, de cumplir los tiempos que marca la ley, en condiciones legales de poder volver a la escuela, está trabajando en un primerito. Pero el maestro José no cobra, desde que comenzaron las clases en 2021 trabaja y no cobra. ¿Trabaja ad honorem? No, no cobra porque continúa la persecución.
“Acusaron a 17, pero éramos miles ese día”- era el comentario de un profe cuando desobligaba para acompañar a la y los docentes a las citaciones judiciales o a Casa de Gobierno por los sumarios administrativos. “Y todos y todas cobramos el aumento que se logró “- agregaba una seño muy seriamente. Esos tipos de comentarios se escuchaban y así, la docencia fueguina, se iba contagiando la dignidad, para enfrentar a esos gobiernos ajustadores, quienes oprimen a trabajadores y trabajadoras. Con humildad, pero con la frente bien alta, marchan quienes mantienen funcionando la educación pública a pesar de la desidia de los gobiernos y no paran de luchar por salario y condiciones laborales dignas, por salir de la pobreza, por una educación pública, popular y democrática.
En diciembre del 2020 el SUTEF presentó al Gobierno mediante nota, el pedido de rehabilitación según lo indica la ley y la normativa vigente. Todavía se espera una respuesta. La paciencia es una virtud de la docencia fueguina….y la injusticia y la persecución es lo que la indigna.