A 48 años del secuestro y desaparición de estudiantes de nivel secundario de La Plata, recordamos uno de los días más significativos ocurridos durante el Terrorismo de Estado en la última dictadura cívico-eclesiástica-militar conocido como «La noche de los lápices»
El 16 de septiembre de 1976, entre la medianoche y la madrugada, grupos de tarea de la policía de la prov. de Bs.As., al mando del General de Brigada del Ejército Argentino, con apoyo del Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército, dieron inicio a un operativo represivo en el cual secuestraron a más de diez estudiantes de secundaria de entre 16 y 18 años.
Durante el operativo represivo secuestraron en la ciudad de La Plata a Claudia Falcone, Francisco López Montaner, María Clara Ciocchini, Horacio Ungaro, Daniel Racero, Claudio de Acha, Gustavo Calotti, Víctor Triviño, Emilce Moler, Patricia Miranda y Pablo Díaz.
Fueron sometidas/os a torturas y vejámenes en distintos Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio entre los que se encontraban: Arana, Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires, todos bajo la supervisión de Ramón Camps.
Eran jóvenes, estudiantes de secundaria, que se acercaron a la militancia al calor de la coyuntura política que se vivía en Argentina. No sólo habían participado en la lucha del Boleto Estudiantil en la primavera de 1975, sino que tenían un gran protagonismo de militancia política y querían cambiar la realidad: eran Delegadas/os en las Escuelas Secundarias, militaban activamente en distintos espacios políticos, realizaban tareas de apoyo escolar y alfabetización en los barrios populares de la zona, participaban en la construcción y organización de las comunidades.
Hubo una extensa lista de más de 340 adolescentes que fueron secuestradas/os en todo el país, aún permanecen desaparecidas/os.
Seis aún continúan desaparecidas/os: Francisco, María Claudia, Claudio, Horacio, Daniel y María Clara; sólo cuatro sobrevivieron: Pablo Díaz, Gustavo Calotti, Emilce Moler y Patricia Miranda.
Uno de los objetivos centrales de la dictadura militar fue desarticular, disciplinar y despolitizar a miles de jóvenes estudiantes y trabajadores que se organizaban en centros de estudiantes, universidades públicas y sindicatos, que protagonizaban la construcción de un país independiente y soberano que no estuviera sometido a las políticas de saqueo y explotación impuestas por los imperialismos.
Emilce Moler, sobreviviente de La Noche de los Lápices, reflexiona: “¿Tiene algo para decirnos después de 48 años? Viene para ayudarnos a recordar con más fuerza a los chicos y las chicas desaparecidas de La Noche de los Lápices, que tenían entre 14 y 17 años y no les dieron la posibilidad de vivir. Viene en especial para decirnos que los represores responsables que saben dónde están los cuerpos de los chicos y de las chicas y de los nietos apropiados, no lo dicen, callan y con su silencio que es delito aumentan el dolor y no permiten a sus familiares un poco de consuelo. Viene para que nos preguntemos cómo es posible que en la Argentina del NUNCA MÁS que a nivel internacional somos ejemplo por los procesos judiciales que se llevaron a cabo condenando a los responsables de secuestros y torturas sufra este terrible retroceso en materia de derechos humanos. Viene para decirnos que todas las dificultades que sufrimos en nuestra vida cotidiana, no nos habilitan para que digamos cualquier cosa, que usemos lenguajes de odio, que se ejerza la violencia política y la represión”.
Entendemos que la educación pública no puede educar sin memoria, sin compromiso por la verdad y sin confrontar a este modelo negacionista, extractivista y sobre todo neocolonialista que viene por los sueños de quienes creen en una sociedad más justa.
Desde el SUTEF, en este contexto social, político y económico tan hostil para los sectores populares de nuestra población, alzamos con más fuerza las banderas de Memoria, Verdad y Justicia recordando a esa juventud militante a cual le arrebataron sus sueños y no les dieron la posibilidad de vivir, abrazamos la Pedagogía de la Memoria que nos enseñaron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y recordamos a Daniel Racero, Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Francisco Muntaner, Claudio de Acha, Horacio Ungaro ¡PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE! ¡LOS LÁPICES SEGUIRÁN ESCRIBIENDO!
SUTEF ¡La educación pública y popular construye Memoria, Verdad y Justicia!