La noticia sobre un nuevo accidente producido por la rotura de vidrios no reglamentarios; generó indignación en la comunidad educativa de la Escuela Especial.
Son dos alumnos accidentados en menos de un mes; a pesar de los reclamos realizados históricamente que se profundizaron luego de que un menor debiera ser trasladado al hospital producto de los cortes. La madre del menor expuso el caso en las redes, los padres y docentes hicieron un ruidazo para visibilizar el problema y se reunieron con funcionarios de infraestructura escolar, el equipo directivo volvió a solicitar el cambio de los vidrios para salvaguardar la integridad física del alumnado; pero nada de esto dio el resultado esperado y en el día de ayer hubo que lamentar otro alumno herido.
En el horario de ingreso a la escuela, los docentes informaron a los padres y madres que iban a llevar a sus hijos lo sucedido y la situación precaria en cuanto a seguridad en la que se estaban dictando clases en el establecimiento. Muchas familias optaron por llevarse a sus hijos/as a sus casas y propusieron realizar nuevas acciones conjuntas para lograr el cambio de vidrios de manera imperiosa.
Infraestructura escolar, en cambio, se tomó su tiempo, toda la mañana para decidir la suspensión de actividades. Y nuevamente Luna, quien está inhabilitado para ejercer la función pública por haber sido condenado por el delito de defraudación, es quien vía telefónica autorizó la suspensión de clases.
La suspensión de clases no fue autorizada mientras que persistan las causales (hasta que coloquen los vidrios reglamentarios); sino que deberá ser reevaluada diariamente. Ésta es una prueba más del cinismo con el que actúa este gobierno; que prioriza “garantizar 180 días de clases” por sobre la integridad de los niños/as con discapacidad.