Las trabajadoras y trabajadores no somos espectadoras ni espectadores en la “puja distributiva”.
Es tiempo de recuperar derechos y evitar el retorno de la peor política.
Es preciso la construcción de una nueva agenda política, sindical, social, ambiental.
En un mundo donde está latente la posibilidad cierta de una tercera guerra mundial, toda la solidaridad al pueblo Ucraniano. Más de 5 millones de ucranianas y ucranianos debieron abandonar su país, casi 8 millones abandonaron sus casas yendo a refugios. Un total de 12,7 millones fueron forzadas/dos a abandonar sus hogares. Las tropas rusas continúan avanzando lentamente en el sur y el este de Ucrania, intentando dividir al país en dos. El Pueblo ucraniano resiste heroicamente la invasión imperialista rusa.
En este contexto, el canciller ruso Serguéi Lavrov, advirtió de que existe un “riesgo real” de que se desate una “Tercera Guerra Mundial” frente al apoyo de los países occidentales a Ucrania y las sanciones internacionales contra Moscú. Dijo que un conflicto nuclear “no debe subestimarse”. Además, advirtió a Inglaterra que si continúa ayudando a que Ucrania ataque objetivos en Rusia, recibiría una “respuesta proporcional”.
En este contexto, la generala (cuatro estrellas) Laura Richardson, jefa del Comando Sur de las fuerzas armadas yanquis, que opera sobre el Caribe y América del Sur visitó nuestro país. Cabe recordar que su antecesor en ese cargo vino en 2021 y pidió que el gobierno le permitiera instalar una base militar en Tierra del Fuego AIAS, y para que no quedaran dudas viajó a nuestra provincia.
La generala Richardson declaró que le preocupa el avance del imperialismo chino en América Latina, y el alineamiento de la Argentina, en un mundo en el que la disputa imperialista amenaza con una nueva guerra mundial. Se entrevistó con el Ministro de Defensa, Taiana, y con la vicepresidenta, Cristina Kirchner, que semanas atrás se había reunido con el embajador de Estados Unidos.
El Ministerio de Defensa, en este contexto, está negociando con China la compra de aviones, y la participación en la construcción del puerto logístico antártico en la ciudad de Ushuaia.
Esta breve introducción con datos de la situación internacional, es un paso obligado para poder avanzar en analizar nuestra situación. La realidad de millones de argentinas y argentinos, que vemos como por un lado, la inflación no para, donde nuestros salarios pierden permanentemente frente a la suba indiscriminada de precio, sin control y sin medidas protectorias de los salarios, jubilaciones, pensiones y de nuestra moneda.
Inflación, salarios y puja distributiva
El gobierno plantea que la inflación es multicausal y efectivamente lo es. El tema es que las principales causas pueden y deben ser frenadas, por el bien común con múltiples medidas antes de que sea demasiado tarde. Hoy esas múltiples medidas que protejan a las mayorías lamentablemente no se están tomando.Hay una causa histórica de la inflación argentina, que es ocultada cuidadosamente, la renta terrateniente.
El monopolio central que existe en la Argentina es el de la tierra, las principales tierras están en manos de unas dos mil familias y algunas sociedades anónimas, que cobran una renta que por año suman 10 mil, 15 mil millones de dólares. Esta renta, que se suma a los costos reales de la producción, va incorporada en el precio de todos nuestros alimentos y de todas las materias primas que van a la industria, encareciendo los medios de vida del pueblo y de toda la producción nacional.
Del año pasado a este año, aprovechando los efectos de la guerra a su favor, la renta aumentó en un 123%. Esta renta no vuelve a la producción, es una renta parasitaria y especulativa que ni bien la cobran la utilizan para comprar dólares y son un factor constante de la “fuga”, con lo cual debilitan nuestra moneda y actúan siempre a favor de su devaluación. Esto tiene que ser atacado, en primer lugar, por el control del comercio exterior. Hoy es una simple declaración jurada, sin mínimos controles que favorece el contrabando.
Lo que tanto temen, es que se restablezca un férreo control, como hizo Perón con el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI).
En este sentido se podría haber avanzado con la quiebra de la empresa Vicentin y con el control del Río Paraná con la llamada hidrovía. Esas medidas no se tomaron, ni se tomarán y eso no solo debilita el poder de reacción del gobierno nacional, sino que favorece (fortalece) a los sectores concentrados del poder real que pugnan por volver e imponer las mismas políticas que en los últimos 4 años pero más rápido.
Actualmente, con la invasión de Rusia a Ucrania, son necesarias medidas extraordinarias frente a situaciones excepcionales. Las retenciones son una de ellas, sin embargo no se toman, y lo que es peor se les proporciona más y mejores condiciones a sectores agroexportadores. Sector que manifestó abiertamente que el problema con el gobierno es político, ya que están ganando fortunas, se llenan los bolsillos sin importarle la mesa de los argentinos y argentinas. Pero de los subsidios al gasoil, a las tasas de interés, etc., de esas medidas no se quejan.
Podríamos dar más argumentación sobre estos temas, y en verdad es necesario, ya que al crecer el PBI como lo está haciendo y con un empobrecimiento, ya no solo de los sectores sin trabajo o con empleo precario, sino con trabajadores registrados empobrecidos (nunca antes se había producido) este debate, al que algunos le llaman “puja distributiva”, es necesario darlo, ubicando muy bien el blanco político a golpear, estableciendo con la mayor precisión posible las medidas que serían necesarias que se adopten.
En verdad, lo que sucedió en este último año es que no hemos podido recuperar el poder adquisitivo real de los salarios y esa renta, sumada a la renta extraordinaria o inesperada, está siendo acumulada por los sectores del poder real. En la provincia estos sectores existen (tienen gran poder de presión e influencia, como quedó demostrado en la pandemia) y no hay agenda legislativa o ejecutiva para redistribuir o delimitar la tasa de ganancia media.
La política del gobierno, al no tomar medidas que toquen las superganancias de este sector es peligrosa, por un lado, envalentonan a estos grupos que utilizan todos los recursos para preservar sus privilegios y genera un malestar en ascenso los sectores populares que peleamos siempre muy de atrás para resolver nuestras necesidades más elementales.
Esto se aprovecha desde los multimedios que controlan, que juegan sobre la división política, social y cultural que hay en nuestra sociedad y también sobre el descontento de quienes se sienten decepcionados.
Hay una gran mentira instalada -por el liberalismo- de que el aumento salarial va al costo, pero no es verdad porque el aumento salarial va contra la superganancia de los monopolios que controlan esta producción. La suba salarial es un factor proactivo del mercado interno y de la escala de la producción. Esto hay que decirlo, repetirlo e instalarlo.
Hay dos medidas urgentes que se deben tomar, suba salarial de urgencia o emergencia y control férreo de precios por parte del gobierno.
Un debate necesario es sobre las tarifas, los subsidios y la llamada fuga de capitales. En el presupuesto se dispuso el pago de subsidios, durante el 2022 se pagará subsidios por 16 mil millones de dólares. Lo que controlan los medios que impone el debate de sí se aumenta la tarifa o si se paga el subsidio. no cuestionan dónde va esa plata, que es a grupos como Telefónica, Techint o Mindlin que han sido grandes fugadores de dólares.
Por poner dos ejemplos, Telefónica se llevó 1200 millones de dólares y Mindlin 980 millones de dólares en el ciclo Macri.
Se podría pensar que en vez de pagar esos subsidios, hay que volver a una política de estatización de las empresas de servicios, que es la base que pueda permitir precios internos para una producción más barata, que si en todo caso generaran un déficit de esa magnitud sería para subsidiar con tarifas baratas a las empresas de capital nacional y no a intermediarios y grupos extranjeros.
La causa principal de la depreciación de nuestra moneda es la emisión para pagar intereses, como las Lelic en el mercado interno o como son los intereses de una deuda fraudulenta respecto del FMI y los bonistas que se cerró el año pasado, esta emisión para pagar deuda es una emisión que no va a la producción y que deteriora nuestra moneda.
Contrariamente cómo lograron instalar desde las usinas liberales, no es el déficit presupuestario el causante de la depreciación de la moneda, y ahora se sella con el acuerdo con el FMI.
Si el déficit presupuestario se lo cubre con una emisión de moneda nacional que va a la producción, eso que se emite son mayores bienes, mayor cantidad de infraestructura, eso entra en la circulación y no genera inflación.
Las demoras en tomar medidas en favor de los sectores populares la debemos instalar desde los sectores del trabajo.La lucha salarial y la lucha por defender nuestra soberanía, son las grandes medidas para enfrentar a esos que quieren volver, porque los grupos monopólicos que se benefician con esta inflación quieren estabilizar el modelo de salarios bajos, quieren terminar de imponer las reformas laborales, previsionales, etcétera.
Por eso, además de la lucha salarial, la que hemos planteado con el adelanto de la discusión salarial (Ver informe de mesa paritaria: https://bit.ly/3McBhEE) va unido a la recuperación de nuestro régimen previsional y la defensa de nuestra OSEF, hoy defender nuestra Obra Social es poner en el centro del debate la crisis de la Salud Pública.
La situación de inflación creciente, no solo debe preocuparnos sino ocuparnos, la reapertura de la Mesa Salarial se plantea con un claro objetivo de pedir previo al SAC un reajuste y una negociación salarial de julio/agosto/septiembre con una nueva revisión dado que la incertidumbre de cómo evolucionará el proceso inflacionario no impide ir más allá de esos meses, como así también mantener el pedido de #NingunDocentePobreEnTDF, salario igual a canasta familiar y el 100% de zona sobre el piso salarial docente nacional (tal como se lo planteamos al Ministro de Educación de la Nación. Ver documento: https://bit.ly/3wyVwXA).
Para eso es necesario, el pleno funcionamiento de los Cuerpos de Delegadas y Delegados, los plenarios, congresos, asambleas y todo los espacios de debate y escucha, de información y análisis. Esa es la base de poder ser protagonistas de los desafíos que tenemos como sector.
En este sentido, la realización de una agenda de consultas, debates y producción de los cambios que el sistema educativo necesita es prioritario. Debemos ser proactivos y proponer las necesarias transformaciones que pensamos para el sistema educativo.
Construir la unidad
En nuestra concepción la unidad de las trabajadoras y trabajadores no es un eslogan, es una necesidad política del momento y un objetivo estratégico. Dicho objetivo está íntimamente relacionado con los objetivos históricos del sector que representamos que va más allá de las cuestiones coyunturales o reivindicativas de momento.
Es necesario reflexionar sobre este tema colectivamente, en nuestras asambleas donde se encuentran “nuevos” y “viejos/as” docentes y que además convivimos con otros y otras trabajadores de otros escalafones, hay un largo camino recorrido que nos nutre, nos enseña y nos interpela.
En primer lugar, no idealizamos la unidad dado que la experiencia nos muestra que se debe luchar por esa unidad, sobre la base de objetivos comunes. Las divisiones del movimiento sindical no es nuevo y todo parece indicar que no se resolverá ni rápida ni mágicamente, forma parte de las luchas políticas en curso, que se resolverá de acuerdo a la acumulación de fuerzas que seamos capaces de generar las trabajadoras y trabajadores, la generación de una nueva mayoría que tenga al movimiento obrero como cabeza de ese reagrupamiento, precisa de la remoción de gran parte de la dirigencia sindical que forma parte de las trabas que tenemos las y los trabajadores para poder avanzar en la construcción de una sociedad más justa.
Podríamos remitirnos a la historia del movimiento obrero y sindical Argentino, elijo ir a nuestra historia reciente, está fresquita. Si nos remitimos a los últimos 4 años del Macrismo/Bertonismo, estos gobiernos contaron con el apoyo explícito de muchos gremios y sindicatos que acompañaron activamente su política a pesar del daño evidente que se le hacía a nuestro pueblo. La caída del salario real, la pérdida de fuentes de trabajo, la desinversión en salud y educación pública, sin dejar de mencionar el endeudamiento a 100 años y en Tierra del Fuego AIAS el endeudamiento en dólares con el más alto interés, que no se sabe dónde está, cuanta comisión se pagó y a que estudio se le pagó por gestionar y la fuga de capitales de ese mismo endeudamiento que, producto del acuerdo con el FMI pagaremos quienes no solo no vimos un peso, sino que además luchamos para que tal endeudamiento no se realizara. La impunidad de esas acciones, como las sucedidas en la provincia generan un caldo de cultivo, condiciones para el retorno de estas políticas de la mano de otros actores.
Hoy, como lo hicieron antes, quienes apoyaron a Macri/Bertone, (casi todos) hoy son nuevamente “oficialistas” no tienen ningún empacho en mostrarse y desdecirse de lo que hasta hace muy poco apoyaron.
Si se quiere unidad, lo que no se puede perder es la memoria. Es necesario establecer los distintos planos de unidad. Por ejemplo, nuestra organización planteo desde el inicio de los nuevos ejecutivos (provincial y nacional) diversos asuntos, como por ejemplo el no pago de la deuda externa, la investigación de la deuda con el FMI y la deuda provincial, la revisión de las leyes del 8 y 9 de enero del 2016 en la Provincia, que son las responsables de la situación actual de nuestra OSEF y de la quita de derechos previsional, entre otras cosas.
Sin embargo, no es patrimonio del movimiento sindical este reclamo como debería ser si se tiene presente lo acontecido en el 2016 durante los meses del acampe y la resistencia de los años posteriores hasta derrotar al Gobierno de Rosana Bertone. Las agendas parecieran no ser lo común que la situación supone. Fuimos, somos y seremos respetuosos de todas las organizaciones, solo que en el momento donde se distorsiona y se miente, es preciso aclarar algunas cosas.
Con relación a la OSEF, nuestra organización debatió con delegadas y delegados un proyecto marcando las diferencias claras e irreconciliables con el asunto 318 (proyecto de otros gremios), diferencias que no hicimos públicas porque entendemos que se debe discutir donde lo hicimos, en la reunión de comisión en donde estuvimos y con respeto, partiendo del único punto que nos une al resto (la devolución de la autarquía) marcamos las diferencias.
Nuestra propuesta además fue previamente discutida con más de 130 delegadas/os y representantes de otras organizaciones (SIPROSA, SEJUP, SATSAID) quienes manifestaron su acuerdo u necesidad de continuar construyendo ese espacio de encuentro, debate y de lucha.
Lo que hizo nuestra organización frente a la presentación de un proyecto al cual definimos como la continuidad del paquete de leyes, lo explicamos punto por punto el porqué de nuestro rechazo y pedimos en la Legislatura que dicho proyecto se archive, al gobierno con DESOBLIGACIONES Y MOVILIZADOS CON LAS BASES EN LAS CALLES le pedimos que lo retire y además advertimos que no aceptaremos que se nos aumenten los aportes personales (mientras que otros sectores abrieron la puerta a que si se les aumente), y dispusimos asambleas en todas las escuelas de la provincia.
Nuestra actitud en cuanto a la unidad se da sobre esa base. Que todas las organizaciones tengamos las mismas actitudes, ya vimos en el 2016 cuál fue el sector que PARO, MOVILIZÓ Y FUE PERSEGUIDO durante 4 años, hoy, sin decirle a nadie lo que debe hacer, si entendemos que si se hacen declaraciones tan contundentes se debe acompañar con acciones del mismo tipo, para ser más claros, mientras las maestras, maestros, profes ponemos en riesgos nuestros salarios con la realización de todo tipo de acciones, mientras que el sector se expone porque no es para nadie desconocido el “mal humor social” que se genera cuando el sector lucha, otros sectores se expresan solo con sus delegados, delegadas y/o comisiones directivas.
Por último y como muestra sobre este tema, por un lado nos “convocan” a reunirnos en Tolhuin y parte de quienes firman esa convocatoria se reúnen en Río Grande.
Esa mecánica la conocemos y ya la sufrimos. La unidad se construye y se edifica a partir de esfuerzos, objetivos y prácticas que nos unan. Nuestra organización y nuestras bases han demostrado y lo seguiremos haciendo que no vamos a claudicar en los objetivos que nos proponemos, se tardará más o menos, pero lo lograremos con unidad, protagonismo y de cara a la docencia fueguina.
Es necesaria la unidad, tanto como los puntos programáticos que le den sustento, como un mecanismo que garantice la necesaria lealtad a esa causa. Eso no opta de poder coincidir en las calles bajo objetivos comunes.
Este tema fue planteado ya, en dos Congresos Provinciales, vamos construyendo hacia adentro y con los sectores con los que coincidimos en los propósitos, en el programa y la mirada de la realidad.
Nuestra organización comenzó por donde lo mandaron sus bases, por la recuperación del régimen jubilatorio especial docente y a partir de haber planteado ese tema, comenzó a aparecer lo que hasta en ese momento se callaba.
Se vió que la situación de la caja no mejoró, a pesar de la reforma estructural, la quita de derechos y empobrecimiento de la gran mayoría de las jubiladas y jubilados, claro está que quienes eran privilegiados como los ex jueces de cuatro años de aportes, ex funcionarios políticos, ex gobernadores, esos siguen con sus privilegios.
Ahora bien, todos los datos técnicos, estadísticos y demás dan cuenta de al menos 2 cosas: 1) el régimen jubilatorio docente no es deficitario, 2) No hay Fondo de sustentabilidad que garantice el pago de jubilaciones.
Por lo que, si pensamos seriamente en nuestras jubiladas y jubilados debemos trabajar, militar y revisar las leyes que licuaron las deudas del Estado con las trabajadoras y trabajadores. Tenemos trazado el camino, siempre cuidar la unidad del sector como las pupilas de nuestros ojos.
A partir de ahí, no nos negamos a dialogar ni a caminar con nadie, en el marco de objetivos, esfuerzos y programas construidos en común. Defender la Educación Pública, es defender también nuestros salarios, la inversión en las escuelas, jardines y colegios, como también ser escuchados a la hora de pensar los cambios pedagógicos.
Es un momento muy difícil, a lo que debemos ponerle mucha conciencia y esfuerzo colectivo.
Solo nuestro protagonismo evitará nuevos retrocesos